Hoy te hablamos de los beneficios de la cosmética natural para que te convenzas -de una vez por todas- de por qué deberías apostar productos cosméticos orgánicos, sostenibles y respetuosos con tu piel y con el medioambiente.
Se calcula que las mujeres -y cada vez más hombres- acumulan cerca de 2’5 kg al año de tóxicos provenientes de productos cosméticos tradicionales. ¿Te imaginas el impacto que puede tener esto en tu salud?
Piénsalo, la piel es el órgano más extenso del cuerpo y cada persona utiliza, de promedio, en torno a 10 productos cosméticos básicos a lo largo del día: cremas, geles, shampoos, pasta de dientes, desodorante, colonia… etc.
Las cifras pueden llegar a ser preocupantes, por eso y por la concienciación de adquirir unos hábitos de vida más saludables, el uso de la cosmética natural se ha disparado en los últimos años y el mercado de lo orgánico no deja de crecer.
Desde la alimentación orgánica hasta los transportes más sostenibles, la cosmética natural forma parte de un cambio en el estilo de vida.
¿Vas a ser de lxs últimxs en apuntarte a esta (necesaria) tendencia?
En este artículo repasamos los beneficios de la cosmética natural para que te animes a dar el paso y renueves el estante del baño con los cosméticos que cuidan de ti y, por supuesto, de nuestro entorno. ¡Acompáñanos hasta el final!
Beneficios de los productos de cosmética orgánicos
Antes de enumerar los beneficios de los productos de cosmética orgánicos, vamos a empezar definiendo qué es la cosmética natural.
Para definir la cosmética natural podemos decir que se trata de productos cosméticos que incluyen principios activos provenientes de plantas, flores y minerales que respetan tanto el medio ambiente como la piel de quien se lo aplique.
Una vez entendido qué es la cosmética natural, vamos a enumerar 7 beneficios de los productos de cosméticos orgánicos:
- La cosmética natural protege y respeta el medio ambiente.
- Evita alergias y reacciones cutáneas.
- Tiene mayor concentración de principios activos y evita ingredientes de relleno.
- La cosmética natural es apta para todo tipo de pieles, especialmente indicada para las pieles sensibles.
- Los productos cosméticos naturales presentan mejor absorción y oxigenación.
- No te expone a ingredientes tóxicos que pueden alterar la barrera cutánea.
- No contienen aromas sintéticos, conservantes o perfumes artificiales.
Como puedes comprobar, los principios activos de la cosmética natural proporcionan multitud de beneficios en la piel. En el siguiente apartado, veremos las ventajas de utilizar cosmética natural vs. convencional.
Ventajas de la cosmética natural frente a la industrial
La cosmética natural ofrece multitud de ventajas frente a la cosmética industrial tanto en términos de salud como en sostenibilidad y respeto por el medio ambiente.
- La cosmética natural no incluye sustancias químicas tóxicas en su formulación. Aceites vegetales, aceites esenciales, minerales, arcillas, algas, extractos de flores y plantas… La naturaleza esconde los mejores secretos para tu piel. Apostar por la cosmética natural conseguirá que tu piel manifieste sus increíbles beneficios desde la primera aplicación.
Por el contrario, la cosmética industrial o convencional sí contiene grandes cantidades de sustancias químicas tóxicas, como los aceites derivados del petróleo, que a largo plazo pueden provocar problemas de salud, alergias y reacciones cutáneas severas.
- La cosmética natural presenta una mayor eficacia que la industrial. Esto tiene una explicación sencilla, al no tener ingredientes tóxicos, la piel absorbe mejor los principios activos, ya que no tiene que protegerse de ellos.
Además, si tenemos en cuenta los resultados a largo plazo, utilizar principios activos de la cosmética natural hará que nuestro organismo obtenga mayor regeneración celular en la piel, retrasar los signos del envejecimiento y fortalecer el sistema inmunológico. Por el contrario, los cosméticos industriales son más cortoplacistas y acaban por perder eficacia durante un uso continuado, por lo que no son perdurables en el tiempo y acaban por obligarte a cambiar de productos a menudo.